Mayor Oreja ofreció una conferencia en el Club Siglo XXI en la que, bajo el título "Un proyecto político para España: el fortalecmiento democrático", denunció las connivencias de algunos sectores de la izquierda con el nacionalismo y advirtió de los peligros del Partido Socialista.

Mayor Oreja manifestó que la situación política que atraviesa España, con "insultos, violencia y llamadas a la desobediencia civil" a raíz de la guerra en Iraq tiene su origen en dos variables: las actitudes de una parte de la izquierda y la estrategia del nacionalismo.

A su juicio, la izquierda está atravesando una "profunda crisis" que ha diviido a sus integrantes entre "moderados" y "radicales". Los primeros son los que, desde una discrepancia con el centro-derecha, aceptan el modelo de Estado; los segundos, los que anteponen la eliminación del PP "a cualquier proyecto político".

"Parte de esa izquierda ha llegado a la conclusión, democráticamente inaceptable, de que el fin justifica los medios y de que, en consecuencia, todo vale para tomar el poder. Se trata de sustituir las urnas por las manifestaciones, y los hábitos de la correcciónde la cortesía democrática más elemental por la agresión física y verbal, por el asalto de las sedes políticas y por el insulto", dijo.

EL MODELO MARAGALL

Respecto a la ofensiva nacionalista, llamó la atención sobre tres tipos distintos: el vasco, el catalán y el "modelo Maragall". Mayor Oreja criticó el intento de PNV y EA por "salvar a Batasuna", es decir, por "heredar, compadrear y cobijar" el espacio electoral del brazo político de ETA.

No es sólo una suma de PNV y EA. "Hay un reparto de pís y hay también un reparto de papeles en una misma estrategia: en un país independiente, los ghetos, las aldeas y los pueblos, serían para ETA; en tanto las ciudades serían para el PNV", explicó. Esa es una de las razones, agregó, por la que la formación de Xabier Arzalluz mantiene a alcaldes batasunos como el de Andoain.

El líder del PP vasco se mostró especialmente preocupado por las propuestas del candidato socialista a la Generalitat catalana, Pasqual Maragall. Aclaró que, por un lado, supone una"alteración del modelo político constitucional" y, por otro lado, existe el riesgo de que "se extienda a otros partidos socialistas de España". En concreto, al PSE de Patxi López.

"De la misma manera que el nacionalismo vasco está contaminando al nacionalismo catalán, en un camino de vuelta, el socialismo catalán de Maragall está contaminando al socialismo vasco de Patxi López. Y, por esa doble vía, se corre el riesgo final de alterar totalmente el modelo de Estado", sentenció.

Mayor Oreja asegur que, aunque Maragall, CiU y BNG tratan de presentarse como proyectos diferentes, "cada uno de ellos, distintos entre sí, con ritmos y con modelos diferentes, al final producen la apertura de una segunda transición, de un segundo proceso constituyente para España y de una ruptura del pacto constitucional".

Todo ello provocaría una serie de riesgos como la "radicalización" y "fractura interna" de la izquierda en pequeñas formaciones "más o menos radicales" al mismo tiempo que algunos dirigentes polítics plantean "un intento de voladura de algunos de los consensos constitucionales más elementales".