López Aguilar insistió en que cualquiera que tenga cultura jurídica sabeque los recursos al Constitucional son para el control de constitucionalidad de actos definitivos, de actos resolutivos que culminan en un procedimiento y, por supuesto, de actos con fuerza de leyes.

"Cualquiera sabe que es inviable un recurso de constitucionalidad ante una propuesta o ante un documento, eso lo sabe cualquiera porque los recursos de inconstitucionalidad solo se pueden interponer contra leyes aprobadas", insistió el responsable socialista.

El "Plan Ibarretxe" sólo sería ley, segúnLópez Aguilar, cuando lo apruebe el Congreso de los Diputados porque aunque lo apruebe el Parlamento Vasco sigue sin ser ley.

El secretario de Libertades Públicas del PSOE considera que un recurso de la propuesta de Ibarretxe no sólo es jurídicamente inviable sino que también lo es políticamente porque una reforma del Estatuto de Autonomía lo tienen que aprobar las Cortes Generales por mayoría, de lo contrario no prospera.

El modo de reaccionar contra el "Plan Ibarretxe", explica López Aguilar, n es un recurso de inconstitucionalidad. A su juicio, habrá que estudiar otros modos, "tenemos y estamos dispuestos a estudiarlos y observarlos para preservar nuestro orden de convivencia pero le decimos al Gobierno que es su trabajo y su deber utilizar con tino y prudencia los instrumentos disponibles".

Los socialistas, indicó López Aguilar, "exigimos al Gobierno prudencia y tiento porque de lo contrario se puede alimentar esa espiral victimista por la cual los nacionalistas alegan que el Gobierno est intentando torpedear un debate al que tienen derecho".

CALENDARIO ELECTORALISTA

El Plan Ibarretxe está desenvolviéndose conforme a un calendario electoralista y a un guión previsto con mucha anticipación y, por tanto, ninguno de los eslabones de esta cadena puede considerarse una sorpresa para nadie, subrayó López Aguilar.

No obstante, el representante del PSOE dejó claro que los socialistas consideran que el plan del lendakari es contrario a la Constitución, es un ataque frontal a los fundametos de la convivencia, atenta contra la libertad porque consagra un orden político en el que los no nacionalistas tienen menos derechos de participación política que los nacionalistas y atenta también contra el pluralismo, "un valor que los socialistas apreciamos extraordinariamente", concluyó.