Navarro niega que el documento de identidad que promueven los partidos nacionalistas sea "subversivo, atente contra la seguridad del Etado y evidencie la desobediencia civil". A su juicio, esos son los argumentos del "fundamentalismo españolista".

Las críticas carecen de sentido "cuando existen carnés para todo y de casi todo, cuando cada persona se identifica ante sí misma y ante los demás como le peta, cuando los que sienten el orgullo de ser vascos, catalanes, gallegos o andaluces desean exhibir su condición en un documento acreditativo de su ciudadanía nacional", dice.

Asimismo, se pregunta: "¿en qué parte del llamado DNI vsco consta cualquier alusión proetarra, subersiva o infamante? ¿Quienes han decidido que es un medio de propaganda ilegal o de socavamiento y derribo del orden público y la seguridad ciudadana? ¿Quienes han ordenado a Cardenal, dentro de la caza de brujas de Euskadi, tamaña memez?".

El juez de la Audiencia Provincial de Madrid sugiere que se ha llegado a un nivel de "histeria e inquisición" que "insiste en la criminalización de la libertad a través de la satanización del nacionalismo vasco" y acusa a uienes enaltecen las libertades constitucionales de olvidar que también debe existir la libertad política.