En una entrevista publicada en el diario Deia, el dirigente vasco señaló que el gran objetivo a medio plazo es el tránsito hacia el entendimiento. "Todos debemos reflexionar. Los resultados electorales no pueden pasar en balde. No estamos ante unas elecciones cualquiera. Son las primeras eleciones del siglo XXI y van a marcar los primeros años del siglo en este país".

Ibarretxe tiene "claras las ideas en la cabeza", pero no va a trasladarlas a través de los medios. "Eso sería haber hecho de ello nada antes de haber nacido, como decía Becquer".

"En las primeras reuniones no voy a proponer ningún instrumento. Hagamos una reflexión sosegada, serena, no pretendamos construir de la noche a la mañana lo que no hemos sabido construir durante muchos años. Seamos especialmente cuidadosos", eclamó.

Preguntado por el apoyo recibido en los comicios del pasado 13 de mayo, el líder peneuvista destacó el rechazó de la sociedad vasca tanto a la violencia como del proyecto que se le ofrecía desde el PP y el Partido Socialista. "La sociedad vasca ha dicho que no, que aquí no hay dos bandos, que eso es una monstruosidad y que hay que construir Euskadi entre todos", dijo.

A partir de ahí, su objetivo es no dejar el problema de la paz para la próxima generación. "No solamente debemos dejar un pís puntero, un país que tiene todas las señas de identidad de un país del siglo XXI. El gran desafío que tenemos es alcanzar la paz" apuntó.

Al respecto de las declaraciones de Aznar, Ibarretxe se preguntó "¿qué tipo de demócrata es quien te plantea que abandones tus ideas para hablar con él?"

El lehendakari en funciones mostró su preocupación por la actitud de la banda terrorista ETA, y matizó que no hay que "confundir los deseos con la realidad. Mis deseos son que ETA abandone las armas y que l haga cuanto antes, y la realidad es que ETA ha intentando esta misma semana ganar con atentados la presencia que perdió en el ámbito electoral", concluyó.