El decreto por el que se constituye esta oficina establece que la misma dependerá de la Secretaría General de Acción Exterior del Gabinete de Ibarretxe, y una de sus misiones será mantener contactos con las instituciones comunitarias.

En concreto, la Delegación del Gobierno en Madrid se encargará de hacer un "seguimiento" de las políticas europeas que afecten al País Vasco, "esencialmente a través de un contacto fluido con las oficinas de representación de la Comisión Europea y elParlamento Europeo en Madrid".

Además, el "lehendakari" pretende que la nueva oficina también siga el "desarrollo de la política exterior del Gobierno del Estado, manteniendo contactos con el Ministerio de Asuntos Exteriores para facilitar y mejorar la acción exterior del Gobierno vasco".

Otros cometidos de la Delegación será dar a conocer la labor del Gobierno vasco a los medios informativos presentes en Madrid, así como "servir de infraestructura y prestar asistencia material" a los diputados ysenadores elegidos por las circunscripciones vascas, así como a los senadores designados por el Parlamento autonómico.

Para conseguir todos estos fines, el Ejecutivo de Ibarretxe designará un responsable de la nueva oficina, que tendrá el cargo de director y que podrá cobrar por su trabajo hasta 12.000 euros.

La Delegación del Gobierno vasco en Madrid tendrá una "dependencia directa y jerárquica" del "lehendakari", que controlará al nuevo organismo como instrumento para poner en contacto al Ejecuivo regional con "instituciones regionales, estatales y supranacionales".