En la rueda de prensa posterior al Conejo de Ministros, el portavoz, Pío Cabanillas, ha reconocido que durante muchos meses se pensó que el PNV volvería desde las posiciones soberanistas del Pacto de Estella al autonomismo tradicional, pero esa tesis "desgraciadamente cuenta ya con muy pocos adeptos".

Ahora el único giro necesario, advirtió, es un "cambio de rumbo radical" en la vida del País Vasco, que no podrá ser protagonizado "por el `lehendakari` Ibarretxe, en primer lugar, y por algunos dirigentes del PNV" que han llevado al país a sa situación.

Cabanillas ha recordado que la situación de tensión que se vive en Euskadi es culpa del Ejecutivo de Ibarretxe. Por eso, aunque se produzca un giro interno en el PNV, "que se está produciendo", advirtió, la situación del país "demanda otro tipo de planteamiento" que no sea la continuidad del actual gobierno.

El Ejecutivo de José María Aznar sostiene que todo es consecuencia de "un gobierno (vasco) que no gobierna", incapaz de afrontar, no sólo el futuro de Euskadi, sino el final delterrorismo.

Lo que no se puede hacer ahora, ha dicho Cabanillas en referencia al discurso de Ibarretxe, es "intentar dar la vuelta a la tortilla" achacando al bloqueo de PP y PSOE la posibilidad de un adelanto electoral. "La lógica democrática", advierte el portavoz del Gobierno, "ya lleva llamando desde hace muchísimo tiempo a esa consideración" de disolver el Parlamento Vasco o a una eventual cuestión de cofianza.

"Veremos cuál es su postura final al respecto porque, en definitiva, es iniciativ suya cualquiera de las dos posibilidades", concluyó.