El portavoz de ASES, David Crevillén, dijo a Servimedia que muchos de los guardaespaldas destinados en la comunidad vasca se encuentran en una "situación muy complicada", algo que podría haber influido en el sucidio de este escolta.

A este respecto, Crevillén destacó que, aunque no sabe si el fallecido tenía otros problemas familiares que pueden haber influido en su decisión de quitarse la vida sí sabe que daba protección en solitario a un juez, lo que implica más riesgo.

Según este portavoz, la protección individual, sin el apoyo de un compañero, aumenta la tensión del escolta y supone una presión añadida a la que ya se experimenta en el País Vasco.

En este sentido, Crivillén denunció cómo muchos de los guardaespaldas se ven obligados a aceptar este destino para poder trabajar, a desplazarse de otras comunidades o a hacer jornadas laborales de hasta 14 horas diarias.

Por este motvo, ASES concluyó que para mejorar la protección de los amenazados y las condiciones laborales de los guardaespaldas es necesario imponer servicios de protección con dos personas o que el Ministerio del Interior y la Ertzaintza les faciliten todos los datos posibles que aumenten la eficacia de su trabajo.