En una entrevista publicada en "El Diario Vasco" Eguiguren señala que "de cara al exterior" puede producirse la sensación de que "no se ha cerrado la crisis" del partido, al conseguir el sector perdedor mayoritario, liderado por el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, cerca del 37% de los votos, pero, añade, "internamente, todo el mundo ha visto que hay una Ejecutiva apoyada por una amplia mayoría".

En este sentido, agrega que "si alguien pretende seguir en la guerra interna con planteamientos críticos lo pagará muy caro dentro del partido".

En espuesta a las declaraciones del filósofo Fernando Savater, quien anunció que dejará de votar al PSE si renuncia al proyecto ideológico del anterior secretario general, Nicolás Redondo Terreros, Eguiguren afirma que la nueva Ejecutiva no va a "traicionar ningún proyecto", sino que el partido irá "adecuando su política a las circunstancias".

A este respecto, subraya que "no hay crisis interna ni división", a juzgar por los resultados del congreso extraordinario, donde la candidatura de Patxi López fue probada con el 64% de los votos.

Por otro lado, Eguiguren señala que aún no tiene "un criterio claro" sobre la conveniencia de ilegalizar a Batasuna y apunta que "el aislamiento político y la no colaboración con Batasuna han sido valores que los socialistas han defendido sin hacer fórmulas mágicas".

Por último, remarca que tras las últimas elecciones autonómicas, en mayo de 2001, se inició un distanciamiento del PSE-EE con el PP y que la nueva dirección de los socialistas vascos espera "cómo evolciona" el PNV para estudiar un "mayor acercamiento" a este partido.