En la presentación de su informe de gestión, el secretario general saliente precisó que este gasto extraordinario se elevó a 250 milloes de pesetas en 1996, 400 en 1997, y 1.500 en 1998.

"Nunca mejor gastados que en el noble fin de protegerlos de la violencia terrorista, ante la insuficiente respuesta de quienes tenían la competencia para hacerlo. La fortaleza de nuestra economía, capaz de imitar a la de nuestros compañeros vascos, nos ha permitido asumir esta carga sin dejar de atender las tareas ordinarias del partido", explicó Alvarez Cascos, que recibió en este punto una gran ovación de los compromisarios.

Aseguró que los igresos consolidados ordinarios de estos tres años alcanzaron 23.281 millones de pesetas, una cantidad superior a los gastos, que llegaron a 21.413 millones en el mismo periodo de tiempo.

Así, subrayó el remanente positivo de 2.042 millones de pesetas, que suponen una "notable" capacidad de ahorro y ha permitido dedicar a inversiones 615 millones y reducir el endeudamiento del partido "hasta el mínimo histórico", situado en 809 millones al finalizar 1998.

Respecto a los datos de las campañas electrales, explicó que las generales y andaluzas de 1996, las gallegas de 1997, y las vascas de 1998 se desarrollaron con unos ingresos totales de 3.389 millones de pesetas y unos gastos de 3.466, lo que provocó un déficit de 77 millones, que pudo ser cubierto con el remanente ordinario acumulado.