Barreda declaró a Servimedia que las instituciones vascas tienen la obligación de "servir a las demandas sociales", y "la dfensa de la paz y la libertad es una inequívoca reivindicación en la sociedad vasca".

Sobre las críticas a esta manifestación, recalcó que "la reacción del nacionalismo vasco es estrictamente victimista, es no querer ver lo que había en San Sebastián y lo que eso representa, una gran fiesta por la libertad en la que decenas de miles de personas demostraron que quieren un País Vasco en paz, y que sólo conciben la paz como democracia y libertad".

A su juicio, los asistentes a esta convocatoria han ejado claro que son partidarios de la "convivencia en torno al Estatuto, y no vivir en la permanente incertidumbre y el tensionamiento de la cuerda. Quieren sobre todo unas instituciones que se comprometan con las libertades, en vez de hacer apuestas partidistas, rupturistas".

Pese a todo, Barreda auguró que, en lugar de retirar su plan ante la contestación social, el Gobierno vasco puede "dedicarse a buscar cómo descalificar a cada persona de las que estuvieron en la manifestación".

"No sabemos i Peio Urkiola, el 'bertsolari' de Leiza, que ayer intervino, será objeto de una persecución o descalificación como lo ha sido Román Knörr (dirigente de la patronal vasca); si Fernando Savater dejará de ser un intelectual de prestigio para empezar a ser un ser denostado, si "¡Basta Ya!" va a resultar que tiene otros intereses que no son la libertad de todos", añadió.

A su juicio, todo esto demuestra que "el lehendakari no quiere ver por qué 200.000 vascos, por unos motivos o por otros, pero muchos de llos por la presión social y la presión terrorista, han abandonado el País Vasco. Algunos de ellos estaban ayer, otros ni se plantean volver. Cuando un tercio de los jóvenes tienen decidido vivir y trabajar en otros lugares, eso implica que algo está fallando en este país, y esta manifestación ha sido un grito por la libertad".

"RELEGITIMAR" A BATASUNA

En cuanto a las tres manifestaciones contra la ilegalización de Batasuna que se celebraron ayer en el País Vasco, en Navarra y en Francia, recalcó qu "1.000 señores en Bayona, 4.000 en Pamplona y 500 en Vitoria no son precisamente para tirar cohetes", y demuestran la "evolución en el buen camino" si se comparan estas cifras con el apoyo que hubiera tenido la coalición "abertzale" hace cinco o diez años.

Esto demuestra la "escasa capacidad de convocatoria" del mundo radical, por lo que deploró que "Ibarretxe no quiera apreciar este dato y vaya a relegitimar a Batasuna reuniéndose con ellos para hablar de cómo conducir a este país hacia la independecia en contra de la voluntad de la mayoría".