En declaraciones a Catalunya Ràdio, Arzalluz explicó que la propuesta del jefe de Gobierno vasco "no es una imposición", sino que lo que ha pretendido, al menos, ha sido romper el hielo en torno a este asunto.

En cualquier caso, se preguntó: "¿Qué dice el pueblo directamente? No sé qué debe pensar Ibarretxe pero incluso se puede hacer una consula disolviendo un Parlamento y convocando nuevas elecciones como una moción de confianza. No sacralicemos el concepto", apuntó.

El presidente de la formación nacionalista vasca expresó su convencimiento de que, "si hubiera un debate serio en el sentido que ha propuesto Ibarretxe, ETA estaría cada vez más desplazada. Hará cosas, pero no tienen un lugar en esta sociedad. Tener el país inmerso en un debate desplazaría a ETA".

En relación con el rechazo de los empresarios vascos a la propuesta de Ibaretxe, Arzalluz afirmó que "no son tan críticos como se ha dicho desde Madrid". En tal sentido, reveló que el presidente de la patronal vasca Confebask, Román Knörr, "sólo transmitió la opinión de una parte de los empresarios vascos" en su encuentro con el "lehendakari".