PAIS VASCO. ANASAGASTI AVISA DE QUE EL "PLAN IBARRETXE" ES "IMPARABLE"

MADRID
SERVIMEDIA

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, advirtió hoy al Gobierno central de que, por mucho que diga que el "Plan Ibarretxe" tiene "cero" posibilidades de salir adelante, el proceso inicido por el "lehendakari" es "imparable", porque tiene detrás veinticinco años de cansancio y de intentos, no es un "conejo raro" sacado de la chistera.

En una conferencia ofrecida en el Club Siglo XXI, Anasagasti recalcó que, "veinticinco años después de ser aprobada la Constitución Española de 1978, cada día que pasa se abre más la sima entre la opinión pública española y la vasca y cada día parece más difícil convivir bajo un mismo techo".

"¿Qué ha ocurrido en veinticinco años?", se preguntó, "¿e ha vuelto loco el PNV?. ¿Nos tienen que encerrar a todos?. ¿Es cierta la aseveración de que en la Constitución y en el Estatuto está el bálsamo de Fierabrás que lo iba a resolver todo?. ¿No será que el poder político español nunca ha aceptado que el llamado problema vasco no sólo no tiene solución policial sino que, por tratarse de un hecho político, ha de abordarse políticamente?".

En estas circunstancias, el "lehendakari", Juan José Ibarretxe, "ha presentado un plan, llamado de convivencia, no ha ido por un mero capricho fruto de la ensoñación de un nacionalismo trasnochado, sino tan solo la respuesta a la situación actual, fruto de veinticinco años de cansancio".

BAJA CALIDAD DEMOCRATICA

"El problema consiste en que la democracia española es de muy baja calidad. Y se está envileciendo en su lucha contra el nacionalismo vasco. Los medios de información públicos están al servicio del poder central lo mismo que el judicial. Al vasco, que está dispuesto a convivir en una comunidad de propietaris llamada España pagando religiosamente los gastos comunes, no se le deja, en su propia casa ordenarla y llevarla adelante según su leal saber y entender", resalta.

Añade que, "para colmo, un residuo del franquismo como es ETA asesina, extorsiona, chantajea y envilece las relaciones, y hace imposible la vida a muchísima gente, aunque pocos se dan cuenta que a quien más daño hace, salvando el dolor de las víctimas, es a la imagen de lo vasco en general y al PNV en particular".

Anasagasti realizó e su discurso un repaso de la historia del nacionalismo vasco, la dictadura, y la elaboración de una Constitución que dejaba atrás este período "tórrido" para pasar a un sistema "de democracia, aunque tutelada", que reconocía los derechos políticos de los vascos aunque "no podíamos hacerlos realidad fuera del marco que nos imponía. Por eso, entre otras cosas, no lo aceptamos".

"Dijimos a los cuatro vientos que no íbamos a Madrid a traer la independencia, sino una autonomía que fuera, al menos, no menorque la alcanzada por la generación anterior", prosigue, y para ello fue "importante y necesario" un Estatuto que "fue nuestro. Con ahogos, pero nuestro. Si no hubiera sido por los nacionalistas no hubiera existido. Tuvo a muchos en contra. A ETA y su entorno por un lado. Y a toda la derechona por el otro".

EL "CALVARIO" DE LOS VASCOS

En su relato, el portavoz del PNV resalta que "en catorce años de Gobierno socialista y en 8 del PP, hemos recorrido un calvario penoso y vergonzante de peajes, rebajasy renegociaciones, que en buena parte hemos tenido que soportar por la situación de violencia que hemos padecido y el pie forzado de las repetidas coaliciones de gobierno, desde nuestra escisión".

"Han pasado muchos años. Nuestra sociedad ha cambiado, Europa se nos viene encima, la paz puede estar al alcance de la mano", subraya. "Pensar que aquel marco jurídico, lleno de incumplimientos es hoy válido no es realista. No lo sería ni aunque se hubiera aplicado el Estatuto a rajatabla".

A su juicio,"es preciso que el Estado se acostumbre a convivir con los nacionalistas históricos, que están ahí y van a seguir estando. Nadie va a dejar de ser nacionalista por estos hechos, y el verdadero demócrata se prueba en su capacidad de tolerancia frente a un hecho incómodo que no gusta y que es preciso no demonizar. El independentismo expresado democráticamente, el nacionalismo respetuoso con las reglas del juego, son opciones democráticas que aunque no se compartan, hay que aceptarlas".

"Se piensa que deaparecida ETA desaparecerá lo vasco como contencioso político y de ahí surge el equívoco", advierte. "Hay que acabar con ETA cuanto antes y hay que abordar la reivindicación catalana, vasca y gallega porque hay una realidad plurinacional y plurilingüe en el estado español que demanda nuevos marcos de autogobierno porque no se abordaron debidamente hace 25 años. Y esto no se puede afrontar equiparando nacionalismo democrático con violencia, sin un diálogo, inherente a la democracia y sin talante abierto y cnstructivo".

AÑOS DE PACIENCIA

Volviendo al "Plan Ibarretxe", denuncia que, para el presidente del Gobierno, José María Aznar, "una propuesta democrática tiene cero posibilidades de salir adelante. Y lo dice porque tiene medios y fuerza suficiente para aplastar cualquier disidencia que ponga en cuestión esa idea de 'España'. Nadie analiza el porqué los vascos no queremos estar en esa sugestiva España que nos quieren imponer. España es una y punto".

"El 'lehendakari' Ibarretxe no saca de la chisera un conejo raro de forma improvisada. Tras su plan hay veinticinco años de paciencia y de intentos de todo tipo. Y sobre todo una manipulación gigantesca: 'Constitución y Estatuto', nos dicen. Una Constitución que no se cumple y un estatuto que no cierran porque sencillamente no quieren. Y no pasa nada", insiste.

Por ello, apunta que el citado Plan "presenta una propuesta abierta, por tanto sometida a amplia discusión, amable, no va contra nadie, confederal, no independentista ni secesionista y sobe todo buscando la eliminación definitiva de la violencia de ETA. Además se llama Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi. Por tanto, estamos hablando de un nuevo Estatuto, no de un Estado Libre Asociado y sobre todo de una Propuesta, no de un trágala".

Se trata, continúa, de "una iniciativa trascendental que pretende sentar unas bases sólidas para la relación pacífica y civilizada entre Euskadi y el Estado español, adecuada a la nueva realidad europea del siglo XXI y a las aspiracioes de la mayoría de los ciudadanos vascos. Es en palabras del Lehendakari, un compromiso basado en la ilusión y la esperanza", una propuesta valiente, imaginativa, democrática que trata de superar la situación de conflicto interminable, estancada por la inflexibilidad de los violentos y del centralismo españolista".

DERECHO A DECIDIR

"Por más que se empeñen, por muchas proclamaciones de Aznar sobre las cero posibilidades, o la dantesca máxima de que perdamos toda esperanza que suscriben los socialisas, saben, y por ello están tan nerviosos que no pueden arrebatar a los vascos el derecho a decidir su futuro de una forma legítima, libre y democrática. El proceso para que esa voluntad mayoritaria se plasme en una realidad de paz y progreso comenzó el 25 de octubre de 2003, fecha histórica, y es imparable", avisa.

Para Anasagasti, con "el 'Plan Ibarretxe' no se traiciona a una nación, pues están en presencia dos naciones; en el Plan no hay un intento soterrado de ruptura con España sino de reconocimento de la nación vasca; en el Plan no existe deslealtad hacia España sino lealtad hacia el pueblo euskaldun; en el Plan no se intenta romper sino recomponer, puesto que se persigue elevar a la dignidad soberana a todo un pueblo".

"Malos tiempos corren para la discrepancia civilizada y argumentada. Son tiempos de confrontación, de siembra, de tempestades, de rotura de nudos, de abrir simas, de volar puentes. Tardará mucho tiempo en volverse a tejer lo que a trancas y a barrancas se ha ido anudando en stos veinticinco años en los que hemos pasado del consenso a la confrontación total", concluye.

(SERVIMEDIA)
24 Nov 2003
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