En una rueda de prensa con motivo de la presentación del primer concierto "In Memoriam" de las víctimas del atentado de Atocha, Pagazaurtundua insistió en que el Gobierno vasco, de mayoría nacionalista, durante años no ha atajado de "forma ejemplar, el fanatismo que anida y que se sigue utilizando en las calles, en las casas y en los espacios sociales del País Vasco".

Añadió que hay muchas cuestiones cómo "el adoctrinamiento y reclutamiento de niños, o con la impunidad pasiva o con el miedo que se ha ido alimentando en los corazones y en las cabezas de los ciudadanos vascos que no se han enfrentado suficientemente".

A su juicio, luchar contra estas lacras no ha sido la prioridad del PNV "han sido otros sus intereses, legítimos por supuesto", subrayó. Mientras existía esa orientación política, que ideológicamente se corresponde con el independentismo vasco, explicó, "las víctimas del terrorismo no tuvieron el suficiente apoyo".

El PNV, insistió Pagazaurtundúa, tampoco se tomó suficientemente en serio cómo parar que el fanatismo se reproduzca en cada generación de vascos.

"Esto ha convertido al País Vasco en una ciénaga moral", sentenció Pagazaurtundúa, que aclaró que sus palabras son a título particular porque entre las víctimas cada uno piensa de forma distinta, tiene diversas posiciones ideológicas y algunas diametralmente opuestas a las suyas.

Los derechos fundamentales, que no están garantizados todavía en el País Vasco, no han sido el eje fundamental de los gobiernos de Euskadi, durante 29 años, señaló. "De hecho a veces votos que provienen de un mundo muy cercano al radicalismo, han llegado a apoyar programas de gobierno", aseguró.

Por todo lo expuesto, Pagazaurtundua considera una "oportunidad histórica" un cambio de gobierno que puede tener dos efectos fundamentales. En primer lugar, que rompe con las "inercias clientelares" que tienden a generar los "gobiernos estancados durante años" y, en segundo lugar, que puede servir para liberar "energías positivas" que ayuden a "neutralizar y minimizar" el fanatismo.