García Corbacho indicó que el colegio, con alumnos de los 4 a los 16 años, está situado en la barriada marginal "El Junquillo", en donde la mayoría de las familias viven de la economía sumergida y del tráfico de drogas.

"Esto es una barriada muy desarraigada, que no tiene identidad popia de barrio, con familias que han llegado de fuera con un nivel socio-educativo muy bajo y que en su mayoría se dedican al contrabando del tabaco, de la coca y de la heroína", precisó.

Algunos de los chavales de esa barriada acuden de vez en cuando a las playas de la Línea de la Concepción para apedrear a agentes de la Guardia Civil que intentan impedir el desembarco de alijos de droga, un hecho muy conocido en la ciudad que el director de este colegio público confirmó.

Añadió que muchos profeores del colegio que han intentado mejorar la situación del barrio inculcando a los alumnos su rechazo a las drogas y al contrabando, ofreciéndoles otras alternativas, han recibido como respuesta las amenazas de los padres.

Además, García Corbacho explicó que padres de alumnos han reaccionado con amenazas y agresiones a los profesores que han impuesto castigos a los niños que se han peleado con otros o que no han hecho los deberes.

El director del "Padre Manjón" recordó el caso de una madre que pgó a una maestra por expulsar a su hijo del colegio hasta que volviera al aula con los deberes hechos. También recordó el último caso, el de la abuela de una alumna que intentó agredir a un profesor que castigó a su nieta con tres días sin recreo por pelearse con un compañero.

Por ello, el director del centro solicitó al Cuerpo Nacional de Policía que vigile la salida y entrada de alumnos del colegio, misión que realiza desde hoy una patrulla de agentes.