En un comunicado, los padres católicos aseguran que les preocupa pensar los "inconfesables" motivos por los que algunos sindicatos, partidos políticos y agrupaciones de padres tienen "tanto pavor" a este tipo de pruebas.

A su juicio, estas pruebas resultan "imprescindibles" para conocer no sólo el nivel educativo, sino también las deficiencias del sistema y de la formación que imparte el profesorado.

Asimismo, Concapa denuncia que el terror del Ministerio de Educación a este tipo de pruebas "llega a tal grado" que en el anteproyecto de la Ley de Educación (LOE) "se erradica la prueba de Reválida y se permite el paso de curso hasta con tres asignaturas suspensas".

"También algunas comunidades autónomas parecen presas del pánico o fobia a las pruebas objetivas, hasta el extremo de que han eliminado las pruebas de recuperación de septiembre", concluye.