El acusado, para quien el fiscal pide 14 años de prisión por un delito de parricidio, explicó que los hechos ocurrieron el 28 de enero de 1993, cuando se dirigi a la habitación de su hijo para pedirle que bajara el volumen de la radio. "En esos momentos", explicó durante el juicio, "reaccionó mandándome a la mierda y contestándome que yo era un cabronazo".

Según el fiscal, tras esta discusión el padre volvió al dormitorio de su hijo, que era toxicómano, y le disparó tres veces con una carabina, causándole heridas en el costado que le provocaron la muerte.

Juan P.P. declaró que nunca tuvo la intención de utilizar el arma contra su hijo, "aunque reconozcoque alguna vez pensé en utilizarla para intimidarle".

El presunto autor del parricidio y su esposa, que declaró como testigo en el juicio, explicaron que las discusiones con su hijo eran frecuentes y que se sentían muy atemorizados, hasta el punto de que el acusado aseguró que "dormía con un cuchillo debajo de la almohada"

Los peritos que han analizado la personalidad del procesado destacan que éste sufre un trastorno esquizoide de la personalidad, lo que unido al alcoholismo que padece hace que u capacidad de obrar esté disminuída.