Estos pactos para el empleo nacieron en 1997 con el fin de crer puestos de trabajo en las zonas con mayores tasas de paro. En toda la Unión, han ayudado a crear 55.000 empleos directos, de los cuales 5.580 corresponden a España.

Los seis pactos españoles han contado con una financiación de cerca de 105 millones de euros (17.470 millones de pesetas), de los cuales 68 han procedido de los Fondos Estructurales (11.314 millones de pesetas) . Todas las zonas han sido elegibles dentro del Objetivo 1 de los fondos, a excepción de la comarca del Vallés Occidental (Barceona), que está dentro del Objetivo 2.

Los pactos con mayor presupuesto han sido los de Asturias y Bahía de Cádiz, con 39 y 38 millones de euros (6.489 y 6.322 millones de pesetas), respectivamente. El destino de las ayudas ha sido crear puestos de trabajo estables en el sector minero asturiano y desarrollar centros de formación vocacional y diversas iniciativas para motivar el empleo y el sector empresarial en la Bahía de Cádiz.

En Castilla y Léon, 11 millones de euros (1.830 millones de pesetas)han sido utilizados para reducir el impacto de la reconversión minera. En Ceuta y Melilla, con 9 y 7,5 millones de euros, respectivamente (1.497 y 1.247 millones de pesetas), se han puesto en marcha iniciativas en el sector turístico y servicios. Finalmente, la comarca del Vallés Occidental ha recibido más de 7 millones de euros (1.164 millones de pesetas) para ayudar a las pequeñas y medianas empresas.