En consecuencia, el PP gobernaría en minoría. Las fuentes consultadas creen que el día a día no sería difícil de llevar y negociarían con socialistas o PNV los presupuestos de cada anualidad. Pero consideran una cuestión de principio innegociable ocupar la presidencia de la Diputación y la Alcaldía de Vitoria.

En la capital alavesa, el PSOE quedó el 13-J como tercera fuerza política y, "si aceptamos darles la alcaldía, en cualquier parte de España otra tercera o cuarta fuerzapodría pedirnos lo mismo", explican las mismas fuentes.

A pesar de este tira y afloja, los populares están convencidos de que al final Ramón Rabanera será el presidente de la Diputación y Alonso Alfonso alcalde de Vitoria porque "el PSOE no puede aceptar el coste político que tendría en el resto de España dejar que el PNV repita en ambas instituciones".

Y es que detrás de la polémica se esconde una fuerte lucha por el poder. Las diputaciones vascas controlan la fiscalidad en sus territorios y, po tanto, son las que financian al Gobierno vasco. Además, desde la institución alavesa, con 120.000 millones de presupuesto anual, se puede dar la vuelta durante esta legislatura al tradicional dominio del PNV en los pequeños municipios alaveses.

Además, se añade desde la Dirección Nacional del PP, hay cuestiones de símbolo. Si el partido del Gobierno accede a ambas instituciones, el Rey Don Juan Carlos visitará con normalidad la provincia, cosa que no ha podido hacer hasta ahora por decisión del PNV, ue controlaba ambas instituciones.

En público, el PP se limita a señalar que no está dipuesto a ceder a los socialistas la Alcaldía de Vitoria a cambio de lograr la Presidencia de la Diputación de Alava.

El portavoz popular, Rafael Hernando, ha señalado hoy que el PSOE está en un "juego de pillos", a ver de qué partido saca más, PP ó PNV.