El más receptivo ha sido Bakea Orain, que considera que "ha llegado la hora de ir realizando algún movimiento" y no descarta aventurarse en tareas de intermediación similares a las que hasta la fecha ha venido realizando el movimiento Elkarri.

Uno de los portavoces de Bakea Orain, José María Salbidegoitia, ha señalado que su grupo puede servir "de puente" entre los partidos del pacto de Ajuria Enea y el entorno de la izquierda radical.

Gesto por la Pa, por el contrario, es más crítico con la propuesta lanzada por Ramón Jaúregui. Xabier Askasibar, portavoz de este movimiento, considera que "son los partidos políticos los que tienen que realizar esa tarea de diálogo, la pelota está en su tejado y no en el de los movimientos sociales o pacifistas".

Asakasibar, que no ha descartado su participación en un proceso de intermediación "hasta que se aclare en que consiste", ha añadido que "ya tenemos Pacto de Ajuria Enea, Parlamento Vasco y Gobierno de coalción, y no parece que sean necesarios más foros ni más intermediadores".

El grupo más crítico con las tesis expuestas por los socialistas vascos ha sido Jóvenes por la Paz. En un comunicado, este movimiento apunta a del cambio de postura de los socialistas "se pueden realizar múltiples interpretaciones que van desde el oportunismo, la falta de credibilidad, el sálvese quien pueda o la incapacidad manifiesta para afrontar la realidad como es".

Tras recordar las actividades realizadas desde la fundción de Jóvenes por la Paz, en 1987, este movimiento critica a Jaúregui por "deslegitimar nuestra labor ignorándonos y politizando de forma partidista una situación tan triste como la que este pueblo vive".