Otros pabellones que se están destruyendo en estos momentos son los de Japón, Holanda, Alemania, Suiza, Singapur, Venezuela, Chipre, Thailandia, Dinamarca, Malasia y Noruega.

Veintidós proyectos de demolición se han presentado hasta la fecha, mientras que hasta la pasada semana sólo lo habían hecho diez, entre los que se encontraban los de Omán, Pakistán, Irlanda y Guinea.

No obstante, aunque el paado lunes concluyó el plazo para la entrega de estos proyectos de demolición, estas tareas podrán ser llevadas a cabo hasta el 31 de marzo del próximo año 93.

Los trabajos de derrumbe son supervisados por un equipo mixto compuesto por personal de la Organizadora de la Expo-92 y de los sindicatos.

Una vez que se inician las obras de desmontaje por parte de las empresas especializadas que se han contratado se selecciona el material, que puede ser vendido y aprovechado.

El material inservible e destinado a una zona de la Cartuja conocida como Isla de Tercia, donde se almacena y se apila en una colina de chatarra prensada que será cubierta de tierra, una vez que concluyan las demoliciones. Posteriormente, se plantarán diversas especies de árboles.

Por su parte, Cartuja 93, proyecto que sucede a la muestra universal en este recinto, continúa ultimando el diseño que tendrá este proyecto, en el que participa también Portugal.