Otros dos narcotraficantes ocultaban la droga en un coche de bebé ----------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

La policía aprehendió ayer en la barriada del Pozo del Tío Raimundo 10,5 kilos de heroína, que estaban escondidos en dos viviendas de la zona, considerada como uno de los "puntos negros" del tráfico de estupefaciente de Madrid.

El alijo es uno de los más importantes intervenidos últimamente en la ciudd, aunque el verano pasado la policía ya asestó dos golpes importantes a las organizaciones de traficantes asentadas en la capital de España.

En el mes de septiembre fueron decomisados 50 kilos de heroína al "capo" turco Urfi Catincaya, un parapléjico que viajó a Madrid para controlar personalmente la venta de la droga, y en octubre se aprehendieron otros 45 kilos que estaban en poder del libanés Hasan Solh.

En la operación de ayer los agentes detuvieron a ocho personas, entre ellas a una menor,decomisaron seis millones de pesetas, dos escopetas, dos balanzas de precisión y dos turismos.

La Jefatura Superior de Policía informó hoy que los presuntos narcotraficantes suministraban heroína a vendedores de otras provincias españolas, que la compraban debido a su alta calidad, ya que era de la variedad "brown sugar" (azúcar marrón).

EN EL WC

Los detenidos son Jesús García Jiménez, de 40 años, y su mujer, María Candela Borja Jiménez, de 37, acusados de ser los organizadores de la red y de tilizar a sus dos hijas, de 11 y 16 años, como colaboradoras en el tráfico ilícito.

Cuando los agentes entraron en su vivienda, un chalé de la calle Machichaco, encontraron allí a Dolores Barrull Escudero, de 55 años, y a María Paloma Mendoza Barrull, de 27, ambas vecinas de Valencia, que viajaron a Madrid para comprar droga, por la que iban a pagar el millón de pesetas que llevaban encima.

En este piso sólo fueron intervenidos 200 gramos de heroína. Al parecer, antes de que entrase la policía lo acusados tuvieron tiempo de arrojar por el inodoro más de un kilo de droga, lo que provocó que el retrete se atascara.

El resto del estupefaciente estaba escondido en un domicilio de la calle Lele del Pozo, donde vivían Gabriela Vega López, de 70 años, y su hija Soledad López Vega, de 31, y que el matrimonio usaba como depósito.

Según la policía, la pareja recibía en su casa a los compradores y utilizaba a sus hijas para recoger en el otro domicilio la droga que iba a vender. Todos estos movimietos habían sido observados por los agentes, que detuvieron en una ocasión a Jesús García. Sin embargo, fue puesto en libertad al portar una pequeña cantidad de droga.

La niña menor de edad penal ha sido enviada a un centro de acogida de la Comunidad de Madrid, mientras el resto de los detenidos pasaron hoy a disposición judicial.

OTRO MENOR

Por otro lado, funcionarios de la comisaría de Carabanchel han realizado en los últimos días dos intervención relacionadas con el tráfico de drogas. En la pimera fueron arrestados los hermanos Andrés y Trinidad Padilla Henares, de 26 y 31 años, respectivamente.

Los detenidos están acusados, además de traficar con drogas, de utilizar a un bebé sobrino suyo para ocultar heroína. Los dos hermanos usaban el cochecito del niño para llevar el estupefaciente a sus clientes.

La segunda operación antidroga se desarrolló en una vivienda de la colonia de San Fermín, en la que fueron aprehendidos 115 gramos de heroína, 100 de cocaína, cajas de adulterante y 26 alas.

En el momento de realizarse la intervención la casa estaba vacía, aunque sus moradores han sido identificados como José Jiménez Martínez e Inés Echevarría Gavarri, sobre los que ha sido dictada una orden de búsqueda y captura.

(SERVIMEDIA)
16 Ene 1992
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