Según un comunicado fimado por el obispo de Avila, titulado "Un paso más en la desmoralización de nuestro pueblo", los católicos no deben responder en el tema del aborto únicamente con su voto, que "es un medio importante e imprescindible", también deben movilizarse para impedir por vías legales que el proyecto legislativo de despenalización del aborto siga adelante, y cita la "objeción de conciencia" de los profesionales como otro de los métodos.

"Hemos llegado a una situación", dice Cañizares, "en la que, en determinadascircunstancias, puede ser más punible la eliminación de la abutarda o de cualquier especie animal protegida que la eliminación de según qué seres humanos".

Cañizares critica que se apele a la opinión de las mayorías de la población para justificar el aborto, porque como "el terrorismo o cualquier otra forma de eliminación de la vida por agresión violenta, son igualmente reprobables por sí y en sí mismos, independientemente de si somos mayoría los que los rechazamos o no"

Sin embargo, sí concede iportancia a las mayorías y presupone una moral mayoritaria cuando afirma que "no corresponde ni al Estado ni tampoco a los partidos políticos tratar de implantar en la sociedad una determinada concepción del hombre y de la moral por medios que supongan, de hecho, una presión indebida sobre los ciudadanos contraria a sus convicciones morales y religiosas".

A su juicio, la sociedad española se dirige hacia una "camino de desmoralización muy peligroso", ya que los criterios éticos valederos están siendo esplazados "por las encuestas sociológicas hábilmente orientadas, por la dialéctica de las mayorías, por el consenso social, por un positivismo jurídico, que a fuerza de disposiciones legales, va cambiando la mentalidad del pueblo".

El proyecto de ley del aborto contribuye, según Cañizares, "al proceso de deterioro moral de nuestra sociedad" porque "no estamos ante un proceso de civilización, sino de degeneración de las conciencias", de degradación mental.

Tras resaltar la gravísima responsabilidd de los legisladores, les acusa de inducir al error y colaborar en la deformación de las conciencias, aunque no obbliguen a nadie a abortar.