Según publica The Independent, los animales que viven cerca de las ciudades, cambian sus hábitos alimenticios, dedicando más tiempo a rebuscar en los cubos de basura, y como consecuencia se vuelven obesos, debido a la ingestión de los restos de comidas rápidas, han dicho los expertos de la Wildlife Conservation Society de Nueva York (WCS).

En opinión de los doctores Jon Beckmann y Joel Berer del WCS, los osos que viven en las cercanías de las ciudades también tienen unos hábitos más sedentarios, porque al encontrar su alimento fácilmente, no necesitan realizar los esfuerzos que conlleva la caza.

Los investigadores analizaron los movimientos realizados por 59 osos de la cuenca del Lago Tahoe, en la frontera entre los estados de California y Nevada, a los que se les colocó unos collares que emitían señales de radio.

Se denominó "osos de campo" a los animales que pasaban la mayor pare de su tiempo en la naturaleza, y "osos de ciudad" a los que merodeaban habitualmente en las inmediaciones de las ciudades.

El primer grupo, dedicaba casi trece horas diarias a la caza, ya que estos animales precisan casi 20.000 calorías diarias, para hacer frente a sus necesidades invernales.

Sin embargo, sus congéneres de ciudad, tan sólo pasaban escasamente ocho horas, dedicados a escarbar en los cubos de basura, en busca de alimento.

Además, los osos salvajes pasan la mayor parte del inierno en sus guaridas, para evitar el frío y la falta de alimentos en el exterior, mientras que los de ciudad, siguen comiendo, aprovechando las inagotables existencias de las basuras urbanas.

El resultado es que los animales del primer grupo pesaban como media entre 99 y 136 kilos, frente a los 181 kilos de los pertenecientes al segundo grupo.

Se desconoce de momento si el sobrepeso perjudica o no a la salud de estos animales, pero lo que sí se sabe, es que los riesgos de la vida en las ciudadesestán haciendo estragos entre ellos. Así, muchos son los que mueren atropellados por coches, y el número de nacimientos es menor en las áreas urbanas.