EL OSO PARDO ESPAÑOL, INCLUIDO EN UN PROGRAMA EUROPEO DE RECUPERACION DE PLANTIGRADOS

MADRID
SERVIMEDIA

Grupos ecologistas de diversos países europeos han elaborado un programa internacional para recuperar las poblaciones de osos en el Viejo Continente, que incluye las acciones que está realizando el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) en Picos de Europa.

Además de la recuperación del oso pardo por parte del Fapas, el WWF-Austria y la Sociedad de Biología Silvestre de Munich intentarán hacer lo mismo con las últimas poblaciones que habitan en los Alps italianos, así como en los calizos de Steiermark, en la frontera de Slovenia.

El programa durará varios años y en él también participarán el Zoológico Alpino de Insbruck, la Asociación para la Protección de los Alpes de Austria y la Asociación Griega para la Protección Ambiental y Desarrollo Regional Integral.

Desde hace seis años, el Fapas está intentando salvar las últimas poblaciones de osos pardos en España, que habitan en la cordillera cantábrica.

Para ello, los conservacionistas han mprendido, en colaboración con Nissan Ibérica y el Fondo Patrimonio Natural Europeo, diversas medidas cuyo objetivo es salvar los ecosistemas donde habitan estos animales, entre las que destaca la plantación de 50.000 pies de árboles frutales para que sirvan de alimento a los plantígrados.

Este año repartirán 38.000 nogales entre los habitantes de algunas localidades situadas en zonas oseras y distribuirán más de 2.500 plantones de cerezos, manzanos, perales y otras variedades silvestres, entre los motes de Asturias, Palencia y León.

A juicio de Roberto Hartasánchez, presidente del Fapas, "es necesario mentalizar a las personas que viven en estas áreas de que la presencia del oso no sólo no es negativa, sino que es normal y beneficiosa".

"Aunque el oso es una especie vinculada a las grandes masas forestales", explicó, "también aprovechan los recursos que la actividad humana genera a través de la agricultura y la ganadería".

ULTIMAS POBLACIONES

En la actualidad, en la cordillera cantábrca habitan entre 60 y 80 ejemplares distribuidos en dos núcleos independientes: el oriental, que comprende las regiones de Palencia, Cantabria, León y Asturias y que está en grave peligro, ya que no hay más de 12, y el occidental, donde está localizado el 80 por ciento de la población.

Aunque el furtivismo sigue siendo el gran enemigo de la especie, Hartasánchez mantiene que esta práctica ha descendido considerablemente durante los últimos meses, como consecuencia de la presión ecologista, el endureciiento de las penas y la mayor concienciación de las personas que habitan en esas zonas.

Sin embargo, algunos de los problemas que sufren los osos españoles son similares a los que afectan a las poblaciones de otros países europeos.

En Grecia, el furtivismo, los fuegos y las pistas forestales amenazan a los últimos osos de la frontera con Bulgaria, al igual que ocurre en Croacia, Polonia, Rumanía y Eslovenia.

(SERVIMEDIA)
27 Mar 1992
GJA