En declaraciones a Radio Nacional, Luque declaró haberse llevado una "gran sorpresa y un gran susto" por la decisión del Ministerio, y mostró su preocupación por la alarma qe se ha generado. "Las cosas se han sacado absolutamente de quicio", aseguró.

El responsable de la Confederación de Cooperativas del aceite manifestó que los controles sanitarios, la salud alimentaria y la salud de los consumidores son algo prioritario pero que, en ocasiones, determinadas medidas "pueden hacer que un sector entre en crisis y causar así graves daños económicos".

Antonio Luque pidió a las autoridades sanitarias que antes de tomar decisiones precipitadas es necesario averiguar qué prcentaje del "alfabenzopireno", agente cancerígeno que se ha detectado en el aceite de orujo, se encuentra en éste y en qué medida puede hacer daño a los consumidores.

Luque quiso recordar, en primer lugar, que la presencia del contaminante no está legislada en España ni en la UE, y por otra parte, que los consumidores "tendrían que beberse cien litros de este aceite para igualarlo, por ejemplo, a los efectos de un cigarrillo".

Finalmente, el responsable del sector del aceite quiso tranquilizar ala población garantizando que cualquier aceite que se consume en España "no representa ningún peligro" para la salud de los consumidores españoles.