La policía encontró en un estado de gran excitación nerviosa a F.J.F., que no dio nnguna explicación a los agentes sobre lo ocurrido.

Al parecer, esta persona estaba recibiendo tratamiento psiquiátrico, manifestó hoy a Servimedia el urólogo que practicó la operación, Ramón Durán. El doctor añadió que estos casos de autolesiones en el pene se dan en personas enfermas mentalmente, que padecen psicosis o esquizofrenias.

En estos casos, los pacientes experientan una percepción alterada de su realidad y de su organismo, "puede que tengan una interpretación errónea del cuerpo y del smbolismo de cada zona y tomar decisiones inadecuadas", explicó.

Durán señaló que el corte no fue completo, sino que le afectó al cuerpo esponjoso, donde va la uretra, y al cavernoso del lado derecho del miembro viril.

SIN SECUELAS

El especialista considera que después de la cura, efectuada en el quirófano con anestesia general durante unas dos horas, F.J.F. quedará perfectamente y su pene podrá desarrollar sus funciones de micción y sexual como si nada hubiera pasado, salvo complicaciones.

El suceso tuvo lugar hacia las 15,30 horas de ayer. El propietario del bar requirió la intervención de la policía al observar que un cliente al que no conocía y que había entrado en los servicios no salía, por lo que sospechó que se había inyectado droga.

La dotación de un vehículo radio-patrulla de la policía solicitó al ocupante del servicio que saliera, a lo que el hombre contestó que no podía hacerlo por encontrarse indispuesto.

Pasados unos minutos, los funcionarios forzaron la puerta, con e consentimiento del dueño del bar, y encontraron un gran charco de sangre y al desconocido sujetándose el pene, semimutilado.

Identificado como F.J.F., fue trasladado con urgencia al Hospital Gregorio Marañón, donde fue intervenido quirúrgicamente en la tarde de ayer.