ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS PIDEN AL GOBIERNO ESPAÑOL QUE CONDONE LA DEUDA BRASILEÑA
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La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) y la Comisión pro Amazonia-España han solicitado al Gobierno español que, aprovechando la visita oficial del presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello, condone los 70.000 millones de pesetas de deuda que este país mantiene con el nuestro.
A juicio de los ecologistas, la deuda externa de los paísesde la cuenca amazónica es una de las principales causas de la destrucción de la Amazonia.
Asimismo, consideran que un gesto de este tipo por parte de España sería un acicate para que los demás países acreedores de la comunidad internacional sigan los mismos pasos.
"De esta forma", afirman las dos organizaciones en un comunicado, "se detendría la necesidad de que Brasil, para pagar un poco más que los intereses de su deuda externa, se haya embarcado en una fiebre exportadora que le hace vender susrecursos, expoliando todo cuanto pueda tener algún valor en el mercado internacional".
En opinión de Aedenat y de la Comisión pro Amazonia, "sólo a partir de la condonación de la deuda sería posible diseñar planes de aprovechamiento sostenible para la Amazonia, permitiendo su conservación".
En caso de que el Gobierno no esté dispuesto a acceder a esta petición, plantean la posibilidad de que, al menos, alargue los plazos de devolución, reduzca los tipos de interés y rebaje el montante total de ladeuda.
PETICIONES A COLLOR DE MELLO
Por otro lado, seis organizaciones ecologistas con presencia internacional han solicitado al presidente de Brasil la preservación de la selva amazónica. Esta petición está apoyada por más de 6.000 firmas.
A su vez, anunciaron que harán extensiva su petición al Gobierno español, para que refleje esta inquietud en los términos del Tratado de Cooperación que la Administración tiene previsto firmar con el mandatario brasileño durante su estancia en España.
Ls organizaciones ecologistas que respaldan la iniciativa son, además de la Comisión pro Amazonia-España y la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Adena/WWF), la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda), la Federación de Amigos de la Tierra (FAT) y Survival Internacional.
En el escrito enviado al presidente de Brasil, los ecologistas solicitan que las autoridades de aquel país inicien las medidas necesarias para peservar el bosque tropical, así como la urgente demarcación de las tierras indígenas, de acuerdo con la Constitución del país.
Otras peticiones de los conservacionistas son la fijación de garantías para que el desarrollo sostenido del bienestar de la población no afecte al "frágil e importante ecosistema amazónico".
Los grupos ecologistas reconocen que durante la presidencia de Collor de Mello, a la que llegó el año pasado, "se han dado pasos positivos en orden a preservar la selva amazónica y alunos pueblos indígenas".
No obstante, consideran que las medidas "han sido insuficientes, como lo demuestra que en 1990 se desforestaran 13.818 kilómetros cuadrados de selva amazónica, aunque esta cifra represente un descenso del 27 por cien respecto a la tala de árboles realizada en 1989". Los conservacionistas cifran en 415.261 kilómetros cuadrados el total de superficie forestal talada en la zona.
ASESINATOS
Por otro lado, aseguran que el respeto de los derechos humanos en ese país "no es toavía una realidad", ya que en 1990 fueron asesinados 65 trabajadores y líderes sindicales del campo en el país, la mayoría de ellos del Amazonia, "sin que se haya dictado aún una sentencia judicial".
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) ha pedido públicamente a Collor de Mello que se pronuncie contra la reinstauración de la pena de muerte en su país, como han propuesto algunos congresistas brasileños recientemente.
La organización internacional defensora de los derechos humanos expresó su saisfacción por las últimas medidas anunciadas por el Gobierno brasileño para poner fin a la violencia policial y de los grupos paramilitares contra los menores que viven en las calles de Brasil.
Sin embargo, AI asegura que continúa recibiendo denuncias de brutalidades cometidas por estos grupos paramilitares y de agresiones contra campesinos y activistas sociales en las zonas rurales de Brasil.
(SERVIMEDIA)
16 Mayo 1991
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