En un comunicado, los ecologistas señalan que los promotores del aeropuerto han derribado una antigua fábrica de cerámicas, ubicada junto a la estación de ferrocarril de Cañada de Calatrava, en la que se asentaba un grupo de estas aves en peligro de extinción a escala mundial.

La fábrica de cerámica contaba con una colonia de unas 15 parejas y fue derribada "por razones de seguridad aeronáutica", según indican en su proyecto los constructores.

Los ecologistas se quejan de que ni la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha, competente en la materia, ni el Ministerio de Medio Ambiente, que les otorgó el visto bueno con una Declaración de Impacto Ambiental contestada por la Comisión Europea, hicieron nada para evitarlo.

Las ONG conservacionistas han denunciado la actuación ante la Consejería de Medio Ambiente e informaron a la fiscalía, al SEPRONA, al Ministerio de Medio Ambiente y a la Comisión Europea. Solicitan que se abra una investigación y se sancione a los responsables.