El problema viene por una mala cosecha holandesa de pepinos, que originó la caída de los precios de los pepinos españoles para la exportación con el fin de poder competir con los holandeses.

Al bajar por debajo de los precios de referencia establecidos por la CE, inmediatamente ésta aplicó montantes corrctores, que ahora suponen unas tasas para los pepinos españoles que se exporten de casi 80 pesetas por kilo, lo que impide en la práctica su salida al exterior.

A juicio de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE), están exportándose pepinos camuflados y sin control a los que no se aplican esos montantes correctores, lo que origina que estas tasas no se eliminen, ya que la legislación comunitaria exige un mínimo de cinco días sin cotizar en los mercados europeos para derogarlas.

Por ello, esta confederación y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) solicitó a la Administración que aplique estrictamente las normas de calidad e intensifique los controles.

Concretamente, han pedido la prohibición de exportaciones de pepinos a partir de mañana mediante la prohibición a su vez de la inspecciónen origen y en frontera.

Los agricultores más afectados por l aplicación de esos montantes son los almerienses, que están destruyendo el 20 por ciento de su producción para elevar los precios de su producto en el mercado interior.

La CCAE denunció que los montantes están teniendo un efecto "perverso" y contrario a su primera función, que era proteger el mercado comunitario de los bajos precios españoles, mientras que ahora son los precios europeos los que están distorsinando la producción española.