Según los cálculos realizados por la organizaciones agrarias, durante el pasado año el gasóleo aumentó más de 22 pesetas por litro, provocando pérdidas al sector de unos 100.000 millones, con especial incidencia en las pequeñas explotaciones.

Por ello, las asociaciones agrarias piden que se supriman los impuestos que cargan el precio del gasóleo agrícola, algo que no parece muy probable. Sin embargo, se podía permitir a las cooperativas agrarias que accedieran a la distribución del combustible y una nueva modulación, ligada a la producción y a la condición de agricultor a título principal.

Precisamente en relación con los módulos, el pasado 1 de abril entró en vigor una orden ministerial de Economía y Hacienda que reduce un 2% el coste adicional en el rendimiento neto del IRPF que pagan los agricultores, lo que les supone un ahorro de unos 2.000 millones de pesetas.

Por el momento, la Coordinadora e Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) ha convocado para el próximo 27 de abril en Madrid a unos 10.000 agricultores de toda España para solicitar una rebaja en el precio del gasóleo.