El objetivo de esta organización es enviar, sin intermediarios, ayuda humanitaria, alimentos o medicamentos, a los países donde se necesitan.

"La idea de poner en marcha Mano a Mano", explicó Castaño, "partió de un grupo de trabajadores de Iberia, sobre todo de vuelo, que volábamos por diferentes países y veíamos la desgracia que hay en el mundo. Comenzamos unos cuantos y de forma prticular en nuestro equipaje llevábamos ayuda y allí la entregabamos 'mano a mano' a entidades que trabajaban en la zona y a misioneros".

En la actualidad colaboran en la organización más de 25.000 trabajadores de Iberia. Además, Mano a Mano cuenta con el apoyo de la dirección de la compañía aérea.

Según el presidente de Mano a Mano, "la organización puede llevar ayuda de forma minoritaria, en el propio equipaje de la tripulación, pero también de vez en cuando Iberia cede un avión para llenarlo d ayuda humanitaria y desplazarlo a la zona donde se necesite, como ya lo han hecho en Honduras, Venezuela y Mozambique".

También facilitan el traslado a España de niños que necesitan asistencia médica especializada y contribuyen a la creación de instituciones sanitarias e implicándose, por ejemplo, en programas de lucha contra el analfabetismo.

Mano a Mano, gracias a la labor de sus socios y voluntarios, ha pasado de los 3.900 kilogramos de ayuda humanitaria que se transportaron en 1994, a más 20.000 kilogramos en 1999, que han sido repartidos en 15 países en los que Iberia tiene destinos.