Eso es lo que asegura un estudio realizado por la revista Magisterio y basado en los datos del Informe PISA 2006, cuya conclusión es que el modelo de implantación de ordenadores en España no es el acertado, sobre todo en la escuela pública.

De hecho, el estudio muestra que un aumento de un ordenador por alumno baja el rendimiento neto medio del centro casi nueve puntos en la escala de Ciencias, según informó hoy esa revista.

Pero poner ordenadores a los alumnos no es un problema propio sólo de España: en Europa Occidental la mayoría de los países tienen problemas similares, pues la presencia de más ordenadores en las aulas también se relaciona con bajadas de rendimiento o, simplemente, no tiene efecto.

Sólo Bélgica e Italia consiguen obtener un resultado positivo significativo, aunque moderado, del aumento de la ratio ordenadores por alumno.