El servicio, bautizado "Parnasse", tiene un carácter altamente confidencial y a él sólo puede accederse por invitación de la compañía o por cooptación de algún socio.

La clientela está formada por grandes banqueros y empresarios, y por abogados de negocios, principalmente. El precio ronda los 1.000 euros mensuales.

Orange puso en marcha este servicio ultraelitista el pasado mes de diciembre. A cada cliente se le asigna un asistente personal que está contactable a todas horas del día, incluidos fines de semana y festivos.

Si el cliente necesita un nuevo teléfono móvil, se le hace llegar en media hora; si tiene un problema de conexión de Internet, un técnico llega enseguida a su domicilio; si quiere cambiar la televisión por el modelo más reciente, su asistente personal aparece a montarlo junto con un decorador.

Según "Le Figaro", el servicio va más allá de la asistencia técnica y cubre otras prestaciones para hacer la vida más cómoda a la clientela más selecta de Orange, como hacer reservas en restaurantes, habitaciones de hotel o espectáculos, organizar viajes o mandar flores a alguien.

Los asistentes personales de estos clientes tienen un sólido bagaje técnico y comercial, y están sometidos a estrictas reglas de discreción, "con la obligación de no revelar nada de lo que hayan visto u oído", explica el rotativo galo.