El estudio, dirigido por el psiquiatra Toshihiko Maruta, se ha realizado sobre 839 personas y ha tenido una duración de 30 años. En un primer momento, se procedió a la calificación de las personas entre optimistas y pesimistas, según la explicación que daban sobre las causas de los acontecimientos de sus vidas.

Unos 30 años después, los científicos compararon las tasas de expectativa de vida de las personas en estudio y descbrieron que los optimistas tenían una tasa de supervivencia más alta de lo esperado, mientras que el riesgo de muerte de los pesimistas fue un 19% mayor.

De acuerdo con los expertos, una de las explicaciones de este fenómeno podría ser el hecho de que las personas optimistas son menos propensas a desarrollar depresiones y dependencia. Además, son más positivas a la hora de buscar ayuda médica y cuidarse de sí mismas.