Aby señaló que "nosotros valoramos cualquier encuentro de José María Aznar con cualquier dictador, ya que es una oportunidad para que el tirano se convenza de que el mensaje demócrata de Aznar es necesario, que es, al parecer, lo que va a pasar con Obiang".

La oposición guineana al dictador Teodoro Oiang calificó de "positivo" el encuentro y matizó que si el presidente del Gobierno español no mide por el mismo raseo a Castro que a Obiang, es por el "oportuno acercamiento" del dictador guineano al Ejecutivo español.

En su opinión, Obiang está "explotando muy bien el aprecio" que España siente por Guinea como demuestra el envío de una carta a Fraga Iribarne, y dos felicitaciones a Aznar, cuando ganó las elecciones y cuando fue nombrado presidente del Gobierno.

"Lo que tenía que haber hecho Aznr es no sólo recibir a Obiang, sino a Castro y a todos los demás", afirmó el portavoz del Partido de Progreso de Guinea en referencia a todos los dictadores sobre los que el Gobierno español pudiera influir para estimularla apertura de procesos democráticos.

Aby indicó que "ahora el presidente de Guinea tiene que responder, y estar a la altura de las circunstancias para que este contacto tenga resultados que impliquen cambios en el proceso de democratización, en el relazamiento económico del país, e el respeto de los derechos humanos y en la implicación de España en los problemas de Guinea Ecuatorial".