LA OPOSICION FAVORABLE A REGULAR EL DERECHO DE INJERENCIA HUMANITARIA
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Todos los grupos de la oposición coincidieron hoy en pedir que la comunidad internacional regule el derecho de injerencia humanitaria para impedir en futuras ocasiones que la reacción ante casos como el de Ruanda sea "lenta e ineficaz", según quedó patente durane la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, ante la correspondiente comisión parlamentaria para explicar el carácter de la ayuda española al país africano.
PP e IU fueron los más beligerantes a la hora de pedir el aumento de los fondos destinados por el Gobierno a cooperación internacional y exigieron la asignación del 0,7% del PIB a labores de solidadridad internacional, tal y como acordó el Parlamento haces dos años.
Los grupos parlamentarios asistentes a la comisión (SOE, PP, IU, CiU y PNV) destacaron como elemento positivo desencadenado por la tragedia de Ruanda el "gran esfuerzo de solidaridad" hecho por la sociedad civil española, superior incluso al del Gobierno, y que será canalizado por Organizaciones No Gubernamentales (ONGs).
A juicio de Narcís Vázquez, portavoz de IU, este movimiento expontáneo de los ciudadanos demuestra que las acciones humanitarias emprendidas por los Estados "generan desconfianza mientras que las patrocinadas por ONGs generan confianz".
Una interpretación que fue rechazada por Solana quién aseguró que "ni todas las virtudes están en lo hecho por la sociedad civil ni están manchadas todas las iniciativas emprendidas por los Estados".
HACER MAS
Todos los portavoces parlamentarios de la comisión de Asuntos Exteriores insistieron en la necesidad de "hacer más" en cuanto a cooperación internacional se refiere. Algunos como Javier Rupérez, (PP) o Narcís Vázquez insistieron sobre todo en la necesidad de reformar la normativa estabecida por la ONU para regular el derecho de intervención humanitaria de la comunidad internacional en países en conflicto.
De este modo se evitaría, según Vázquez, la impresión de que "Naciones Unidas está al servicio de los intereses geoeconómicos de los países ricos y que interviene o no en función de los beneficios que se puedan obtener".
Solana fue más allá y sugirió a los parlamentarios, no sólo la regulación de las intervenciones humanitarias sino la formación de un cuerpo de especialistas otados con material específico y con formación técnica adecuada para actuar con rapidez en cualquier parte del mundo. Según reconoció el ministro, esta posibilidad se encuentra todavía en el terreno de la utopía.
El portavoz de PNV, José Juan González de Txabarri, dijo sentirse "decepcionado" por la falta de novedades alentadoras sobre Ruanda y echó en cara al ministro la convocatoria de la comisión para "no aportar nada nuevo". Criticó la política de solidaridad internacional por "guiarse por criteris de caridad piadosa y no de solidaridad política" y exigió el diseño de una estrategia global que permita el desarrollo de los países pobres.
El convergente José María Casas se mostró preocupado por la "falta de credibilidad de las organizaciones de solidaridad estatales" y recordó que es necesario establecer controles estrictos que impidan que la ayuda humanitaria internacional caiga en manos de mafias y no llegue a quienes verdaderamente la necesitan.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exterores destacó la importancia que tendría para los países subdesarrollados la liberalización del comercio y recordó que eliminar las barreras proteccionistas de los países ricos contribuiría en mayor medida a su progreso que el envío de ayudas.
(SERVIMEDIA)
03 Ago 1994
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