LOS OPERARIOS QUE PARTICIPARAN EN LA REPARACION DE ZORITA DEBERAN EXPONERSE A ALTOS NIVELES DE RADIACTIVIDAD

- Los robots reducirán el importante coste radiológico que entrañará la reparación de la central

- Informes científicos demuestran que algunos componentes del circuito primario no inspeccionados son tan sensibles a la corrosión coo el Inconel 600, según Greenpeace

- El plan de reparación de las grietas requerirá una inversión de 1.000 millones de pesetas y durará tres meses

MADRID
SERVIMEDIA

El uso de robots de brazo móvil en las labores de reparación de la Central Nuclear de Zorita (Guadalajara) reducirá el importante coste radiológico de estos trabajos, que ya resultó elevado en los trabajos de inspección realizados para determinar los daños que sufre la central, según reconoce el Consejo de Seguridad Nuclea (CSN) en el informe que emitió sobre el estado de la tapa de la vasija de Zorita.

No obstante, el CSN asegura que las dosis se reducirán en los trabajos de reparación, ya los robots minimizarán el impacto radiológico de estas operaciones. Aún así, será necesaria la intervención de personal debajo de la tapa para algunas actividades específicas.

Según los estudios realizados por el CSN, la tasa de dosis en contacto en la zona central bajo la tapa de la vasija es de 80 milisievert (mSv) a la hora el límite máximo anual de dosis para los trabajadores profesionalmente expuestos es de 50).

En total, el CSN prevé que la dosis colectiva a la que estarán expuestos los trabajadores que participen en las labores de taponado de los tubos de reserva agrietados, reparación de las fisuras aparecidas en las penetraciones activas y el arreglo de manguitos térmicos ascenderá a 257 mSv.

El impacto y reparto de esta dosis sobre cada individuo dependerá del número de operarios que participen en los trabajo. Sin embargo, Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace, manifestó hoy a Servimedia que "aunque ninguno llegue a superar el límite de 50 mSv, los altos índices de radiactividad bajo los que deben trabajar hace que tengan que actuar con rapidez y aumente considerablemente el margen de error".

En cualquier caso, Unión Fenosa ya ha iniciado la reparación de la tapa de la vasija de Zorita, en la que se han detectado 171 grietas. Ayer, lunes, el Miniseterio de Industria y Energía comunicó a la empresa la resolción favorable del CSN al plan de reparación que presentó.

Zorita permanece parada desde el pasado mes de enero, cuando se descubrió la existencia de las grietas en las penetraciones de la tapa de la vasija durante unas operaciones de recarga. Las investigaciones posteriores revelaron la aparición de 171 grietas, que surgieron por el efecto de los incidentes de origen químico (penetración de resinas en el circuito primario) que ocurrieron en 1980 y 1981.

INSPECCIONES ADICIONALES

La compañía elétrica estima que los trabajos de reparación se alargarán durante tres meses y requerirán una inversión cercana a los mil millones de pesetas, según informaron a esta agencia fuentes de Unión Fenosa.

No obstante, el informe del CSN impone algunas condiciones a la empresa propietaria, que deberá realizar algunas inspecciones adicionales en otros componentes del circuito primario para certificar que no han aparecido fisuras en ellos.

Uno de los elementos a inspeccionar serán los componentes internosde los mecanismos de accionamiento de barras de control fabricados en aleación Haynes 25.

Según ha podido constatar la organización Greenpeace en informes oficiales de la Junta de Energía Nuclear, esta aleación es tan sensible a la corrosión como el Inconel 600, material con el que están fabricados los tubos de la tapa en los que aparecieron las grietas.

Para Carlos Bravo, el hecho de que el CSN haya informado favorablemente al plan de reparación a pesar de reconocer "la enorme gravedad de los daos que sufre Zorita y que las inspecciones realizadas son insuficientes demuestra que el Consejo ha hecho la vista gorda y ha decidido tirar hacia adelante a pesar de todo, anteponiendo los intereses económicos de la empresa propietaria a la seguridad de los trabajadores y la población".

PLAN DE REPARACION

El plan de reparación consta de dos fases. En la primera se procederá al taponado de los tubos de reserva en los que han aparecido grietas (16 de los 17 con que cuenta) y la realizará la multinacinal Westinghouse, que equipó a la central, la más antigua de España.

La segunda fase es la más compleja porque deberán eliminar ocho fisuras detectadas en tres barras de control (fundamentales para el correcto funcionamiento de la central) y una con intrumentación para medición.

La reparación de estas penetraciones la realizarán las empresas que participan en el programa Petava, coordinado por Endesa y en el que también intervienen el Centro de Investigacione Energéticas, Medioambientales y Tecnoógicas (Ciemat), Tecnatom, Ensa y Enwesa.

Para realizar la reparación en estos tubos utilizarán la técnica conocida con el nombre de "electroerosión", que consiste en reducir el grosor del tubo para eliminar la grieta.

En los trabajos de "electroerosión" también participará equipo robotizado, para reducir las dosis de radiación a que estará expuesto el personal que participe en los mismos. Los robots que se utilizarán constarán de brazo móvil, al que se acoplarán distintas herramientas.

Técncos del Consejo de Seguridad Nuclear inspeccionarán las reparaciones efectuadas en la central cuando estén finalizadas, para comprobar si se han cumplido todos los requisitos exigidos.

(SERVIMEDIA)
11 Oct 1994
GJA