Según informaron a Servimedia fuentes directivas de Renfe, sólo por concepto de alquileres y cánones la empresa calcula que ingresará al cabo del plan estratégico (1994-1998) 10.000 millones de pesetas, de los que 1.200 corresponden ya al presente ejercicio, un 58 por cien más que el año pasado.

Este aumento se debe a una de las "ideas" contempladas en el pan, que consiste en sacar al mercado de alquileres unos 30.000 metros cuadrados de oficinas de los 300.000 que la compañía tiene diseminados por todo el país, con una política de concetración de personal para liberar suelo.

Dos ejemplos de esta política son, por un lado, el uso de suelo "ocioso" que había en la Estación de Francia, en Barcelona, en la que se ha liberado todo un ala del edificio para alquilarlo a la Universidad Pompeu i Fabra por unos 90 millones al año; o llevar a los torreones de la stación de Atocha todas las oficinas del AVE, en Madrid, y comercializar los metros cuadrados que ahora emplean.

Además, Renfe quiere poner en alquiler 6.000 viviendas que no pueden venderse porque están en terrenos de dominio público, como estaciones, y aprovechar otras 700 estaciones fuera de servicio para darles un uso social mediante convenios con ayuntamientos y otras administraciones territoriales. De los 10.000 millones previstos por alquileres y cánones, estos dos conceptos reportarán 5.900 milones hasta 1998.

Los usos alternativos de estas estaciones van desde el empleo por ayuntamientos de las instalaciones a un precio bajo para dotar sus municipios de centros cívicos y culturales, hasta su empleo como centros de rehabilitación de toxicomanos, cuando se trate de un inmueble alejado del núcleo urbano.

Otro de los programas de optimización del patrimonio de Renfe es el aporvechamiento de la cesión de suelo adyacente al trazado urbano a cambio de la obra para mejorar las condiciones enla infraestructura ferroviaria de las grandes ciudades, un plan por el que la empresa prevé "ingresar" 15.500 millones de pesetas que se computarán como "cooperación de Patrimonio de Renfe al Plan Director de Infraestruxcturas diseñado por Obras Públicas.

También está prevista la venta de terrenos de la empresa, ya sean los que han sido liberados de uso ferroviario como los que aún no lo están. Estos últimos son, en su mayoría, extensiones de suelo no edificable, para lo que Renfe quiere llegar a acuedos con los ayuntamientos y los promotores, cediéndoles a cada uno un tercio de la superficie, a cambio de la recalificación, en el primer caso, y la promoción inmobiliaria en el segundo.

Con esta última política, Renfe quiere ingresar 4.100 millones de pesetas, una vez venda el terreno urbanizado que recibirá a cambio de estas cesiones. Por su parte, los terrenos ya liberados y susceptibles de venderse supondrán unos ingresos adicionales de otros 9.750 millones de pesetas.

Además, la compañía prsidida por Mercé Sala prevé vender 6.000 viviendas que la empresa tiene en propiedad, y otros edificios que están fuera de uso en Madrid y otras capitales, partida que en conjunto, supondrá unos ingresos en los próximos cinco años de otros 8.800 millones de pesetas.

A estos planes de actuación sobre el patrimonio inmobiliario de Renfe, se sumarán otros ya apuntados de cesión de derechos de suelo para urbanizarlo a cambio del cobro de cánones, como ya está previsto hacer en la estación de Madrid-Chamarín, y por los que deberán ingresarse 2.900 millones de pesetas más en los cinco años que prevé el plan de Renfe.