Para la FAO, los campesinos que viven de la tierra y, en particular, en los países pobres, "deberían ser involucrados" en el proceso, ante la capacidad de retener y almacenar carbono de los terrenos agrícolas.

La agricultura supone cerca del 14% de las emisiones de gases responsables del efecto invernadero, mientras que los cambios del uso de la tierra, como la deforestación, suponen otro 17%.

Reducir el laboreo, restaurar las tierras degradadas, plantar árboles, utilizar los fertilizantes de forma más eficaz o mejorar la gestión del agua y el arroz son opciones con las que los campesinos pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura.