El estudio medioambiental consiste en el análisis del ecosistema de la zona durante un periodo de tres meses, dedicando especial atención a la contaminación de las costas y el mar ocasionada por la destrucción de pozos petrolíferos durante el conflicto bélico.

La polución atmosférica, la destrucción del entorno terrestre y los desechos peligrosos son otros de los aspectos que el estudio de la ONU incluirá en su análisis.

El grupo de trabajo, que estará compuesto por 30 ó 4 expertos y cuya labor deberá desarrollarse en estrecha colaboración con los gobiernos de los 8 países de la región, tiene por objeto mitigar los efectos derivados de los daños ecológicos ocasionados por la guerra.

Por su parte, los responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresaron recientemente en Ginebra su preocupación por la constante contaminación que están ocasionando los pozos de crudo quemados en Kuwait durante los combates, que han provocado ya la caída de una lluvia negra obre algunas zonas de Irán.

A su juicio, la polución derivada de estos pozos, que siguen ardiendo actualmente, aumentará los riesgos para la salud de los habitantes de Jordania y del resto de los estados del Golfo Pérsico.

La declaración de la OMS advierte que "la destrucción de los servicios sanitarios y de las plantas de tratamiento de agua, unida a la lluvia negra, ha aumentado el flujo de desechos sólidos y químicos sobre la tierra, el mar y los ríos, perjudicando aún más el ya frágil ecosistma, con repercusiones serias e impredecibles en la salud".

Los preparativos del plan de acción comenzarán la próxima semana. Los responsables del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, coordinador del proyecto, prevén tener a varios expertos trabajando en Kuwait a mediados del mes de abril.