En su intervención en el Consejo Económico y Social de la ONU, reunido en Ginebra (suiza), Holmes destacó la importancia del acceso sin condiciones a las poblaciones que necesitan ayuda y pidió a los países que condenen enérgicamente los crecientes ataques contra los trabajadores humanitarios.

De hecho, un total de 132 trabajadores de las Naciones Unidas fallecieron el año pasado en operaciones de mantenimiento de la paz, la cifra más elevada de toda la historia de la organización, que ha visto morir a 2.588 personas en las 63 misiones abiertas desde 1948.

Holmes indicó que los conflictos de Darfur (Sudán), los territorios palestinos y países como la República Democrática del Congo siguen afectando a millones de personas.

Añadió que a esta situación se le suma la creciente gravedad de los desastres naturales a nivel global, que afectan especialmente a Asia, continente que cuenta con nueve países donde se han registrado el mayor número de muertes por estos fenómenos.