Esta llamada de atención se produce después de que un total de 17 trabajadores de la ONG Acción contra el Hambre de Francia fueran asesinados el pasado mes de agosto en Muttur (Sri Lanka). Las organizaciones piden ahora que se esclarezcan los hechos.

Para las ONG allí desplazadas, este acto denota "una nueva escalada de violencia hacia los trabajadores humanitarios" y constituye "un hecho sin precedentes" entre las organizaciones humanitarias. "Se trata de un crimen de guerra que nos llena de indignación", denuncian.

Aseguran que en la zona el acceso a la población está siendo obstaculizado por las partes en conflicto lo que a su juicio constituye una clara violación del derecho humanitario internacional.

"Las organizaciones humanitarias no están autorizadas a llevar ayuda hasta las víctimas del conflicto. Hoy día, 200.000 desplazados tan sólo reciben un apoyo esporádico e insuficiente", aseveran.

Por todo ello, las ONG piden al gobierno cingalés que ponga en marcha, en colaboración con expertos internacionales reconocidos, todos los mecanismos posibles para que este crimen de guerra no permanezca impune y con el fin de identificar y poner a disposición de la Justicia a los responsables de la masacre.

También hacen un llamamiento a las partes en conflicto a que respeten el derecho internacional humanitario y los principios humanitarios, facilitando el acceso a todas las víctimas y evitando daños entre la población civil.

Apelan a los gobiernos y a las Naciones Unidas, en particular al Consejo de Seguridad, pero también al representante especial del Secretario General en Sri Lanka y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a que usen todos los medios de presión diplomática posibles a las partes en conflicto para exigirles el respeto de los principios humanitarios.