Según informó hoy la citada ONG en una nota de prensa, tras el ataque ser cerraron todas las oficinas de Plan Internacional, pero, tras una evaluación de la situación y una intensificación adicional de las medidas de seguridad, se han reabierto la oficina central en la capital, Islamabad, y las dos del programa en Punjab.

Sin embargo, Plan Internacional, que cuenta con 126 empleados en el país, no ha reanudado toda su actividad. Así, las operaciones en Mansehra continúan suspendidas, pendientes de un mayor número de evaluaciones de la situación local.

El objetivo del atentado del lunes continúa sin estar esclarecido y está siendo investigado por las autoridades nacionales.

Plan Internacional asegura que "en ningún momento" había recibido aviso alguno de posibles ataques a sus trabajadores u oficinas.