El titular del Juzgado Penal número 22 de Barcelona, Francisco Javier Paulí Collado, indica en una sentencia que el aspecto físico de la víctima, su forma de vestir, sus anillos, pulseras y pendientes demuestran una conducta "que no coincide con la de una mujer que ha pasado meses de agresiones".

Para Enriqueta Chicano, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, esta sentencia es "una barbaridad" que provoca que las mujeres no se atrevan a deunciar. "Todo el trabajo que se hace para visibilizar la violencia con estas sentencias se va al garete", lamentó en declaraciones a Servimedia.

Frente a esta indefensión, Chicano anunció la propuesta de ampliar las causas por las que se puede recusar a un juez, "para que no tengan manos libres para interpretar conforme a sus esquemas mentales este tipo de casos".

Según explicó, se puede recusar a un juez cuando alguien asegura que tiene amistad o enemistad manifiesta con alguna de las partes, "yesto es muchísimo más grave". El objetivo sería conseguir que se pueda recusar a un juez demostrando a través de sus sentencias que tiene unos esquemas mentales que le condicionan para interpretar este tipo de casos. Esta propuesta la llevarán a los grupos políticos.

Al Observatorio de la Violencia creado en el seno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y al propio CGPJ también le piden que investiguen y analicen la sentencia de este juez "y que se manifiesten al respecto, que digan si están ono de acuerdo", aseveró Chicano.

QUEJA ANTE EL CGPJ Y EL OBSERVATORIO

En la misma línea, la presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, anunció que se dirigirán al Observatorio para plantear sus protestas y pedirle que haga las advertencias pertinentes sobre esta sentencia. También presentarán una queja al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Para Pérez del Campo, estas interpretaciones de los jueces responden a sus propias creencias, estereoipos, tópicos y los mitos que tienen en su propia formación y personalidad. "Esta sentencia lo único que ha hecho es reforzar la conducta del violento y supone una victimización del sistema judicial que compete al CGPJ", aseveró.

En este sentido, Pérez del Campo subrayó a Servimedia que "no se puede causar daño, vejación y humillación en el ejercicio de impartir justicia" y recalcó que cómo vista o no una persona no la convierte en maltratada o no maltratada.

"Hasta la persona más ignorante hoy da sabe que la violencia de género se imparte a las mujeres con independencia de la clase social a la que pertenezca, de la situación económica y de su gusto en vestir", remachó.