Amigos de la Tierra sale así al paso de los datos facilitados por la Sociedad de Fabricantes y Distribuidores de Automóviles británica según los cuales, los nuevos modelos de turismos emiten una media de 169,4 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, cantidad que está muy por encima del objetivo voluntario de 140 gramos por kilómetro, adquirido por los fabricantes europeos del sector con la Unión Europea para el año 2008.

A través de su campaña "La gran pregunta", que trata de del impacto climático, la organización ha reivindicado legislación que obligue a las empresas británicas del sector de automoción a fabricar automóviles más respetuosos del medioambiente.

Reino Unido esuno de los países de la UE donde los vehículos nuevos emiten una mayor canidad de gases de efecto invernadero, lo que la ONG atribuye a la ausencia de una normativa que obligue al sector a fabricar turismos con un consumo de combustible más eficiente, y a la falta de incentivos fiscales para que los conductores los adquieran.

Por ello, Amigos de la Tierra ha pedido al gobierno que apruebe una Ley del Clima, que establezca una reducción del 3% anual en las emisiones de dióxido de carbono. También ha revindicado la introducción de desgravaciones en el impuesto de circulación para los vehículos menos contaminantes y normas que limiten el volumen del tráfico por carretera.