Antón explicó que "algunos médicos se han puesto en contacto con nosotros para comentarnos que habían dudado a la hora de sedar a pacientes que lo necesitaban. Temían que esta práctica habitual en todos los hospitales españoles pudiera traerles problemas, como ha ocurrido en el Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid)".

Asimismo, aseguró que el 80% de los pacientes que precisan cuidados paliativos y sedación, están diagnosticados de enfermedades oncológicas. "La SEOM está muy preocupada por la alarma social generada y la posible pérdida de confianza en los profesionales sanitarios", señaló Antón en la presentación a los periodistas de un Manual de Cuidados Continuos.

Por su parte, el doctor Valentín, oncólogo del Hospital Doce de Octubre de Madrid, reconoció que Urgencias no es el mejor lugar para comenzar una sedación que en muy pocos casos tiene marcha atrás, pero que sí se hace ahí es porque no hay camas disponibles. "La sedación se hace donde se puede. Lo importante es que un paciente no sufra, y si no hay una cama en el servicio de Oncología, se le deberá sedar en donde esté cuando empieza la fase agónica, para que no sufra".

La SEOM recordó que aunque el 94% de los Servicios de Oncología Médica ofrecen dentro de su cartera de servicios la atención en cuidados paliativos a sus pacientes, sin embargo, la dotación de recursos humanos suele ser excesivamente limitada. "Es necesario aumentar los recursos humanos y materiales en oncología, así como potenciar la integración y colaboración de los recursos sanitarios ya existentes, eliminando posibles situaciones discriminatorias en el acceso a los recursos sanitarios", recalcó Antón.

Por último, esta sociedad médica expuso que "la sedación en pacientes terminales es un procedimiento normalizado, aplicable en enfermos con cáncer avanzado, sin posibilidad de tratamientos específicos, en situación de sufrimiento insoportable y en los que se prevé una muerte próxima".