La inciativa surgió tras los positivos resultados obtenidos en el primer curso de navegación a vela para personas ciegas, organizado en Puerto Sherry durante la pasada semana, en el que participaron diez invidentes de la Delegación de la ONCE en Jeréz de la Frontera.

El curso, de una semana de duración, fue impartido por monitores de la Escuela de Vela del citado puerto deportivo con la ayuda de técnicos de la ONCE.

El método del aprendizaje, realizado en unas embarcaciones de seis metros de eslora, s basó en explotar los sentidos más desarrollados por los ciegos, como el tacto, el oído y, por tanto, el sentido de la orientación.

De esa manera, aprendieron a percibir la dirección del viento y la ubicación de los navegantes en el barco, así como a manejar y controlar la caña y el timón, con lo que pudieron realizar varias salidas al mar en compañía de un monitor.

Los responsables del curso indicaron a esta agencia que los alumnos fueron capaces de captar rápidamente todos los conceptos básicosdel aprendizaje, aspecto que les sorpendió gratamente, ya que en condiciones normales los alumnos precisan más tiempo para asimilarlos.

Como medidas de apoyo, los enseñantes han empleado técnicas de manejo de embarcaciones en condiciones climatológicas con una visibilidad nula, destinadas a la alta competición.

El único inconveniente que, según los organizadores del curso, se planteó en el transcurso de las prácticas fue el conocimiento de la situación de las embarcaciones en el mar. A su juicio,esto sólo puede solventarse mediante la compañía de una persona con sentido de la visión o con un sofisticado sistema de radar.

Ese sistema, que está dotado con una alarma capaz de indicar la proximidad de otra embarcación u objeto a la nave que se pilota, ha sido probado en muy escasas ocasiones y con navegantes de probada experiencia.