En términos de recaudación, explicó, este dato supone unos ingresos superiores en 23,76 millones de euros a los logrados entre enero y febrero de 2002, lo que no obstante "no es satisfactorio" para la organización.

Además, lamentó una ligera caída en las vntas del cupón de los viernes, el "producto estrella" de la ONCE a lo largo de los últimos años.

Carballeda aseguró que la organización estudia ya la forma de mejorar el ritmo de crecimiento de las ventas y, para ello, ha diseñado dos sorteos extraordinarios que se celebrarán el 22 de junio y el 16 de agosto próximos, tal y como ha permitido la Administración. "Ya nos hubiera gustado hacer un extraordinario en Navidad", se lamentó el director general de la ONCE.

Sin embargo, reconoció que el cómpto global de ventas en lo que va de año "no es malo", ya que se vende más que el pasado ejercicio, máxime cuando las ventas están también influenciadas por la incertidumbre que genera el posible conflicto con Irak.

"La guerra nos afecta a todos, hay un pesimismo general y esto no tiene ningún beneficio en el mundo del juego", dijo, antes de asegurar que las viejas convicciones de que en época de crisis se recurre más al juego ya no son ciertas.

Finalmente, también atribuyó menores ventas a la mal climatología de los primeros meses del año, que dificultó la estancia de los vendedores en las calles y frenó la salida de los ciudadanos y su disposición a pararse frente a los puestos de venta.

33 MILLONES

La ONCE cerró 2002 con un beneficio después de impuestos de 33 millones de euros y espera este año mejorar estas ganancias hasta los 40 millones.

Según indicó Carballeda, en los últimos diez años la ONCE incrementó su gasto directo en servicios sociales para afiliados en un 65%, al pasar d 88,3 millones de euros en 1992 a 145,8 millones el pasado año.

A finales de 2002, el Grupo ONCE (ONCE, Corporación Empresarial, Fundación ONCE y empresas de Fundación ONCE) contaba con una plantilla total de 47.500 trabajadores (un 43% más que en 1992), de los que 15.200 son afiliados y 13.500 tienen otras minusvalías, lo que supone que el 60% de la plantilla es discapacitada.