El libro suministra información de carácter general sobre cómo enseñar cuando haya alumnos con esta discapacidad en el aula. Evitar actividades en las que estos estudiantes puedan resultar desfavorecidos, como los trabajos sobre el color, o verbalizar los gráficos hechossobre la pizarra son algunas de las recomendaciones incluidas.

Respecto a los contenidos, el libro explica, por ejemplo, que los alumnos ciegos manifiestan en el aprendizaje de Matemáticas un retraso con respecto a los videntes en cuanto a las destrezas de cálculo. En cambio, en Lengua castellana, literatura e idiomas, no muestran desventajas significativas.

En clase, es conveniente utilizar maquetas, mapas en relieve y ayudar a los escolares a que utilicen el olfato, el oído y el tacto durante ls explicaciones.

En la presentación del libro, el secretario general de Educación, Roberto Mur, aseguró anoche que este trabajo representa una gran aportación en la edición de manuales que priman la "discriminación positiva" en la enseñanza.

"La ONCE es un ejemplo a seguir por toda la sociedad civil, por su trabajo de atención a los que más lo necesitan. Este libro es un paso importante en el camino hacia la igualdad de oportunidades", señaló el responsable de Educación.

Enrique Servando Sánhez, director general de la ONCE, manifestó que este libro puede considerarse como el "catecismo" de la enseñanza a ciegos y deficientes visuales.