Según fuentes de la institución, el concurso está dirigido a todos los profesionales de la educación, españoles, iberoamericanos y europeos que impartan enseñanzas a alumnos ciegos y deficientes visuales, ya sea en centros específicos o en cntros ordinarios en régimen de educación integrada.

Los educadores participantes, individualmente o formando equipo, deben presentar una investigación sobre experiencias escolares realizadas con sus alumnos ciegos. El tema será libre, pero ha de formar parte de las actividades destinadas a enriquecer, favorecer y fomentar la integración escolar y social de los alumnos ciegos y deficientes visuales.

El concurso cuenta con un apartado dedicado a investigaciones sobre material adaptado (maquetas, plnos, mapas), que se pueda utilizar en el proceso de enseñanza de niños con deficiencias visuales.

Cada apartado está dotado con los siguientes premios: en el caso de Experiencias Escolares, un primer premio de 2.000 euros y un segundo de 1.200 euros. En la modalidad de Material Adaptado, el primer premio asciende a 2.800 euros, 2.000 el segundo y 1.000 el tercero. El plazo de presentación de trabajos finaliza el 29 de octubre de 2004.

Las Experiencias Escolares, que estarán redactadas en castellao, tendrán una extensión de entre 12 y 30 folios, a doble espacio, o su equivalente en caso de presentarse en sistema Braille. Tanto las experiencias como el texto de los trabajos de material han de ir acompañados de soporte informático en formato Word, letra arial de cuerpo 12, en disquete de 3,5.

Los trabajos deberán ir necesariamente firmados con un lema, respetando así el anonimato. En sobre aparte, rotulado el lema en su parte externa, se incluirá una ficha en la que se haga constar: nombre, apelidos, NIF, domicilio particular, teléfono, "e-mail" o fax de contacto del concursante, así como el centro donde prestan sus servicios.

Con el XVIII Concurso de Investigación Educativa sobre Experiencias Escolares la ONCE reconoce la tarea desarrollada por aquellos profesionales dedicados a la formación de ciegos y deficientes visuales, fomentando la puesta en marcha de investigaciones que puedan mejorar las condiciones educativas de estos alumnos.

La ONCE tiene entre sus principales preocupacione la educación de personas ciegas y deficientes visuales, dedicando un buen número de recursos a la formación de los estudiantes afiliados. Durante el curso 2002-2003 se atendieron las necesidades educativas de 8.104 alumnos. Además, las 6.000 ayudas técnicas prestadas a estudiantes alcanzaron los 5.500.000 euros.